
Michael Bloomberg. Foto: AP
Por:
David Brooks
A una semana de que arranque el proceso de elecciones primarias, Michael Bloomberg, otro multimillonario y ex alcalde de Nueva York, está valorando presentarse como candidato independiente a las elecciones de Estados Unidos, ante la aparente amenaza de precandidatos presidenciales con tintes fascistas (uno potencialmente homicida) y un proclamado socialista.
Bloomberg, uno de los hombres más ricos del país, informó a los
medios el pasado fin de semana que está considerando lanzarse como
candidato presidencial independiente. Obviamente, como parte de una
estrategia para probar las aguas, su gente informó a The New York Times, y
después a otras instituciones mediáticas, que el multimillonario
ha instruido a asesores elaborar planes para una potencial campaña
independiente, y que ya evalúa el panorama electoral y tomará una
decisión final a principios de marzo.
Según contaron fuentes del grupo de Bloomberg, el
multimillonario está dispuesto a invertir por lo menos mil millones de
dólares de su fortuna privada en su campaña. Bloomberg, indicaron, está preocupado tanto por la posibilidad de que el ultraderechista Donald Trump
obtenga la nominación republicana como por el giro hacia la izquierda
del Partido Demócrata a causa de la precandidatura del socialista
democrático Bernie Sanders.
Bloomberg, quien siempre se ha presentado como un empresario y
político pragmático, no ideológico, supuestamente no tolera ni a Trump
ni a su competidor Ted Cruz
y sus efectos ultraderechistas entre las filas republicanas, y tampoco
soporta el ataque frontal de Sanders contra Wall Street y los intereses
del 1 por ciento más rico.
Bloomberg es uno de los símbolos más visibles de ese 1 por ciento.
No por nada tomó como afrenta personal el movimiento Ocupa Wall Street,
al cual acabó reprimiendo.
Según sus asesores, Bloomberg evalúa las posibilidades de capturar
el centrodel electorado ante la posibilidad de que los candidatos de
ambos partidos hayan llevado la pugna electoral a extremos ideológicos.
Bloomberg, quien no oculta su íntima –y personal– relación con los
capitanes de la industria financiera, se presenta como conservador en
temas económicos, pero liberal en asuntos sociales.
Como alcalde defendió abiertamente a Wall Street durante la crisis
financiera y promovió la transformación de la ciudad para y por los
ricos, implementó medidas de seguridad policiacas denunciadas por
minorías; durante su alcaldía el número de personas sin techo se elevó a
índices récord, atacó a los maestros, fue promotor de las reformas
educativas que favorecen la privatización de la educación pública y
combatió a los sindicatos municipales. A la vez, se distinguió por su
defensa de los derechos de los gays, su férrea campaña contra las armas y
su loable defensa de los inmigrantes.
Su anuncio no es sorpresa, ya que había especulación sobre
sus aspiraciones presidenciales para 2016, y no es la primera vez que ha
expresado interés en ocupar la Casa Blanca. Sin embargo, se suponía que
había postergado sus aspiraciones ante la casi segura nominación de
Hillary Clinton. Pero parece que el fenómeno Trump y la sorprendente
fuerza de Sanders son intolerables para él. Otros no descartan que su
ambición sea el factor principal, y que está viendo en esta coyuntura
una oportunidad inesperada para una candidatura independiente exitosa.
Pero las candidaturas independientes jamás han logrado desalojar del
poder al duopolio en Estados Unidos. Incluso una figura formidable como
Teddy Roosevelt, quien después de ser presidente republicano intentó
regresar a la Casa Blanca como independiente en 1912, sólo logró 27 por
ciento de votos. Ha habido otros intentos, en los 40, en 1980, y el más
reciente, el del multimillonario texano Ross Perot, en 1992, que obtuvo
19 por ciento de los votos.
Varios precandidatos de ambos partidos reaccionaron de varias
maneras, y a su modo. Hillary Clinton señaló que, según entiende,
Bloomberg sólo entraría a la contienda si ella no logra coronarse
candidata. Aseguró que, como ella triunfará, será innecesaria la
decisión de Bloomberg.
Sanders, por su parte, afirmó en entrevista para la NBC: si Donald
Trump gana y Bloomberg se suma, tendremos a dos multimillonarios
contendiendo para presidente de Estados Unidos contra mí, y creo que el
pueblo estadunidense no desea ver a nuestra nación avanzar hacia una
oligarquía en la cual los multimillonarios controlan el proceso
político.
Mientras tanto, Trump, el otro multimillonario que dice querer salvar al país y “hacer grande a America otra
vez”, ha dicho que le dará la bienvenida al ingreso de Bloomberg a la
pugna. Su ventaja en la contienda para la candidatura republicana sigue
creciendo, aunque Cruz y el otro cubanoestadunidense, Marco Rubio, aún
ofrecen evidencia de poder competir contra él, por ahora.
Trump, tal vez borracho de arrogancia, dijo este fin de semana que
podía ser hasta homicida y no perdería ni un voto de apoyo. Al hablar de
sus simpatizantes en un acto de campaña en Iowa, afirmó: tengo a la
gente más leal, ¿han visto eso? Podría pararme en medio de la Quinta
Avenida, dispararle a gente y no perdería votantes.
Mientras tanto, todos los precandidatos intensifican sus labores de
campaña en Iowa, donde el 1º de febrero se realizará la primera elección
para seleccionar a los candidatos presidenciales de los dos partidos, y
en Nueva Hampshire, donde la cita es el 9 de febrero, seguido por
decenas de elecciones primarias, todo culminará en las convenciones
nacionales de ambos partidos (¿y una para un independiente?) en el
verano, cuando se coronarán los candidatos presidenciales.
Si llegara a pasar que Sanders ganase la nominación demócrata, Trump la republicana y Bloomberg se lanza para rescatar el establishment, la elección nacional sería disputada entre tres neoyorquinos.
(Tomado de La Jornada)
(Tomado de La Jornada)
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